¿Autocompasión? Entenderla y empezar a practicarla en 3 sencillos pasos.
La autocompasión es una habilidad valiosa que todos podemos desarrollar. Nos ayuda a reducir la respuesta de lucha o huida y a centrarnos en el presente. Además, es una herramienta poderosa para combatir la autocrítica y otras emociones difíciles. Aun así, para muchos, practicar la autocompasión puede parecer extraño o incómodo al principio.
Si crees que la compasión es una debilidad y que la autocrítica es necesaria para el éxito, lo comprendo. Es normal pensar así cuando creces en una sociedad que te exige perfección constante. Sin embargo, la investigación ha demostrado repetidamente que este enfoque puede obstaculizar nuestro crecimiento personal. Si te interesa aprender a ser más amable contigo mismo, te invito a probar estos tres ejercicios de autocompasión.
1. Háblate como lo harías con un amigo cercano.
En momentos de sufrimiento, solemos criticarnos duramente. Pregúntate: ¿le hablarías de esta manera a un amigo querido? La mayoría de las personas respondería que no. Entonces, ¿por qué tratarnos a nosotros mismos de una manera que no aceptaríamos para los demás? Para cambiar esto, es necesario cuestionar nuestra perspectiva y aprender a tratarnos con la misma compasión que ofreceríamos a un ser querido.
Ejercicio:
En un momento tranquilo, recuerda una experiencia reciente que te haya causado malestar. Observa tus pensamientos y emociones. Pregúntate si estás respondiendo como lo harías con un amigo o alguien a quién quieres. Si la respuesta es no, imagina lo que le dirías a esa persona y dirige esas mismas palabras a ti mismo. Otra opción es escribir una carta compasiva para ti, como si la dirigieras a alguien que amas. Léela cuando te sientas angustiado.
2. Date un descanso de autocompasión
Este sencillo ejercicio te ayuda a reconectar contigo mismo en momentos de angustia o autocrítica. Practícalo varias veces al día para hacerlo más natural.
El ejercicio consiste en decir tres frases clave:
- Tómate un momento, cierra tus ojos o fija tu vista en un punto frente a ti.
- Si practicas esto mientras te encuentras en calma, trae una situación a tu mente que te genere malestar. Escoge una situación incómoda pero no abrumadora. Si hacerlo te está sobrepasando, respira profundamente para tranquilizarte un poco.
- Si estás practicándolo justo en el momento, sólo observa eso que sientes. Nota los sentimientos que surgen en tu cuerpo. Quédate con ellos por un momento.
- Di para ti mismo: “Este es un momento de sufrimiento” (o algo similar como “esto es estrés” o “esto duele”).
- Di para ti mismo: “El dolor es parte de la vida” (u “otras personas se sienten también así”. “no estoy solo”, “todos sufrimos en algún momento de nuestras vidas”).
- Di para ti mismo: “Puedo ser amable conmigo mismo” (“puedo darme la compasión que necesito”, “puedo aceptarme a mí mismo, justo como soy”).
3. Medita con bondad amorosa
Te comparto este ejercicio que encontré en YouTube y me parece fenomenal. (CLICK AQUÍ PARA EL EJERCICIO).
Puede parecer extraño al principio, pero tiene un gran poder transformador. El primer paso en cambiar este discurso es practicar, practicar y practicar… El reto más grande es decidir si vale la pena tomarse el tiempo de hacerlo.
Si esto es algo que quisieras cambiar, espero que hacer alguno de estos ejercicios te sean de ayuda. Tomarse un tiempo para la autocompasión puede ser uno de los actos más poderosos que realices por ti mismo hoy (o día a día). Intenta alguno de estos ejercicios y observa cómo te sientes. ¡Luego me cuentas cómo te fue! 💖
Recuerda, siempre es una buena idea buscar el apoyo de un profesional si lo necesitas. #VeATerapia tú lo vales.
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«La terapia psicológica es el mayor acto de amor propio.»