Cuando se trata de la terapia, a menudo se piensa en ella como simplemente «escuchar problemas». Sin embargo, como terapeutas, sabemos que nuestro trabajo va mucho más allá de eso. Desde el momento en que nuestros pacientes cruzan la puerta (o se conectan a través de una pantalla), nos embarcamos en un viaje de descubrimiento y crecimiento que va más allá de simplemente escuchar.

Conexiones Auténticas:

Para nosotros, cada sesión es una oportunidad para conectar genuinamente con nuestros pacientes. Nos reímos, lloramos y compartimos momentos de profunda empatía. Durante esos 50-60 minutos, estamos completamente dedicados a ti, creando un espacio seguro donde puedas ser tú mismo sin miedo al juicio.

Explorando lo Profundo:

En cada sesión, nos sumergimos en las profundidades de tu ser, explorando los rincones más oscuros y las joyas ocultas de ti mismo. Descubrimos recursos internos que quizás ni siquiera sabías que tenías, desentrañando la compleja red que es el ser humano.

Cultivando el Crecimiento:

Nuestra tarea no es simplemente escuchar pasivamente, sino acompañarte en tu viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal. Mantenemos una visión optimista y esperanzadora de tu futuro, creyendo firmemente en tu capacidad para sanar y crecer.

No se Trata Solo de Problemas:

La terapia es mucho más que solo hablar de problemas. Es un viaje de exploración, donde descubrimos tu potencial humano y encontramos la belleza en la experiencia compartida. A través de la atención incondicional, la empatía y el apoyo, te ayudamos a navegar por las aguas tumultuosas de la vida y a encontrar la calma en medio de la tormenta.

Siendo terapeuta yo no «escucho a la gente hablar de sus problemas todo el día» en lugar de eso yo…

• Te acompaño en tu dolor sin intentar cambiarlo.
• Te ayudo a descubrir tus recursos internos, que han estado ahí todo el tiempo.
• Te ofrezco una perspectiva imparcial.
• Te ofrezco mi atención incondicional.
• Tengo una imagen de la versión futura de ti que aún no conoces (y que estamos construyendo).
• Mantengo la creencia de que mejorarás.
• Disfruto de tu compañía.
• Normalizo tus reacciones a circunstancias difíciles o dolorosas.

Así que la próxima vez que alguien diga que no podría hacer nuestro trabajo porque no quiere «escuchar problemas todo el día», simplemente piensa en esto: es un honor y un privilegio acompañar a otros en su viaje hacia el bienestar emocional y la realización personal.